El ajedrez geopolítico de la inteligencia artificial
JORGE FERNANDO NEGRETE P. Presidente de Digital Policy & Law
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JORGE FERNANDO NEGRETE P.
La semana pasada se celebró en Bruselas una reunión histórica para el futuro de la tecnología digital. Europa y América Latina integraron a su agenda el universo digital, vía Open Gateway. Europa asume una conversación civilizatoria, para encontrar aliados y enfrentar los retos regulatorios y legislativos en un mundo digital compulsivo y geopolítico.
Por esos días el presidente Biden convocó a siete empresas líderes en tecnología e inteligencia artificial (IA) en la Casa Blanca: Amazon, Anthropic, Google, Inflection, Meta, Microsoft y OpenAI. La administración Biden-Harris anunció compromisos voluntarios de estas empresas para “ayudar a avanzar hacia un desarrollo seguro, protegido y transparente de la tecnología de IA”. La regulación de la sociedad digital está mostrando los estilos, la cultura y la urgencia para regular las tecnologías y su impacto en distintas áreas económicas, culturales y jurídicas de nuestra sociedad.
Europa busca apoyo en Latinoamérica; Estados Unidos se apoya en Japón, el Reino Unido y la India. Esto apenas comienza”.
Desde que tomó posesión Biden ha actuado de forma consistente en esta materia. La mencionada reunión no fue nueva, sino en seguimiento de una cita previa a principio de año y de tres documentos estratégicos que rigen su actuación: el Plan Estratégico Nacional de Investigación y Desarrollo de la Inteligencia Artificial; un proyecto para la Declaración de Derechos en materia de Inteligencia Artificial; y la Orden Ejecutiva que ordena a las agencias federales eliminar sesgos en el diseño y uso de nuevas tecnologías, incluida la IA, y proteger al público de la discriminación algorítmica.
Este mes, la vicepresidente Kamala Harris convocó a líderes de protección al consumidor, laborales y de derechos civiles para discutir los riesgos relacionados con la IA. El mes pasado, el presidente Biden se reunió con los principales expertos e investigadores en inteligencia artificial de Estados Unidos, para analizar las oportunidades y gestionar los riesgos que plantea esa tecnología.
El presidente Biden comprometió a las empresas tecnológicas a: 1) Garantizar que los productos sean seguros antes de presentarlos al público; 2) Las empresas se comprometen a invertir en seguridad cibernética y salvaguardias contra amenazas, así como a facilitar el descubrimiento y notificar vulnerabilidades en sus sistemas de inteligencia artificial por parte de terceros; 3) Ganarse la confianza del público, incluido desarrollar mecanismos para garantizar que los usuarios sepan cuándo se genera contenido mediante IA, e identificarlo con una marca de agua. Se comprometen a informar sobre las capacidades, limitaciones y áreas de uso apropiado e inapropiado en equidad y sesgos, y proteger la privacidad.
Europa busca apoyo en Latinoamérica; Estados Unidos se apoya en Japón, como un socio fundamental para desarrollar principios compartidos para la gobernanza de la IA, en el Reino Unido para organizar una cumbre sobre seguridad de la IA, e India, como presidente de la Alianza Global sobre IA. En el ajedrez digital, está pendiente el trabajo de la UNESCO en esta materia. Esto apenas comienza.